María Jesús Almodóvar, vecina de Aspe y profesora del C. P. Perpetuo Socorro, es uno de los cientos de españoles afectados por la talidomida, medicamento fabricado por la farmacéutica alemana Grünenthal, que se recetaba en los años sesenta y setenta a las mujeres embarazadas, y que generó importantes secuelas físicas en las extremidades corporales de los recién nacidos.[pull_quote_right]Burocráticamente se basa en que el tema ha prescrito, pero nuestras secuelas no han prescrito, son de por vida[/pull_quote_right]
La decisión de la Audiencia de Madrid, conocida esta semana, de anular las indemnizaciones aprobadas tras el juicio celebrado en noviembre de 2013 “ha sido un jarro de agua fría para todos los afectados”, ha asegurado María Jesús Almodóvar en el informativo Valle de la Uvas de Radio Aspe. El hecho de que en otros países la farmacéutica Grünenthal haya indemnizado a los afectados, en el caso de Alemania hasta con 600 millones de euros, y que en España no se haya indemnizado a ningún afectado “se debe a que en nuestro país no se ha reconocido la relación del medicamento con las malformaciones por parte de ningún gobierno independientemente de su color político. Hasta 2010 con el gobierno de Zapataro no hubo ningún reconocimiento”. Y esta circunstancia se da a pesar de que en España se siguió suministrando el fármaco cuando en otros países se había retirado porque ya se conocían los efectos secundarios. En cuanto al motivo del rechazo a las indemnizaciones por la Audiencia de Madrid, Almodóvar ha asegurado que “burocráticamente se basa en que el tema ha prescrito, pero nuestras secuelas no han prescrito, son de por vida”.
Tras una lectura de la sentencia por parte de los afectados, unidos en torno a la asociación Avite, María Jesús indica que “vamos a recurrir, el siguiente paso es el Tribunal Supremo. En este momento estamos empatados. Nosotros hemos ganado una vez y Grünenthal otra. Habrá que ver la decisión del Supremo. Aunque es una lucha de David contra Goliat”.
