Coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Riñón, los Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó llevaron a cabo una campaña de concienciación bajo el lema “¿Quieres un vaso de agua?”. Profesionales de la unidad de diálisis informaron, fuera del entorno habitual de la consulta, acerca de la importancia de la prevención, así como del papel que deben asumir los pacientes interviniendo sobre aquellos factores de riesgo evitables. Así, los profesionales ofrecieron a pacientes y profesionales vasos de agua para que, bebiéndolos y en un gesto simbólico, pudiesen valorar la importancia de beber agua para mantener sanos nuestros riñones. Además, por la tarde se llevó a cabo una mesa redonda en el salón de actos del Hospital Universitario del Vinalopó con el objetivo de abrir un debate e intercambiar conocimientos y opiniones acerca del afrontamiento multidisciplinar de la Enfermedad Renal. En el encuentro participaron pacientes renales, sus familiares y amigos, junto con los profesionales sanitarios de la Unidad de Diálisis.
Cabe destacar que, la enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10% de la población española. Se puede prevenir pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas, por lo que el diagnóstico y el control son elementos clave capaces de garantizar la calidad de vida de estos enfermos. Conscientes de esta circunstancia, los Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó cuentan con una consulta de Enfermedad Renal Crónica Avanzada en la que se ofrece no sólo asesoramiento en las fases iniciales de la enfermedad renal, sino que además se llevan a cabo tratamientos de diálisis peritoneal y hemodiálisis. En la fase inicial de la enfermedad o etapa pre-diálisis, cuando comienzan a fallar los riñones del paciente, los profesionales se encargan del control de cifras de tensión arterial, control analítico y, además, desarrollan acciones de educación y supervisión de los estilos de vida del paciente, incluida la alimentación. Más de 2000 pacientes están incluidos en el programa de Enfermedad Renal Crónica Avanzada.
La doctora Eva Baró, Jefa de Servicio de Nefrología, apunta que “debemos ser conscientes de que la enfermedad renal no da señales, no avisa. Cuando aparecen los primeros síntomas es porque ya hay algún tipo de afección, de ahí la importancia de adoptar un estilo de vida saludable que nos ayude a prevenir esta patología”. La diabetes es la principal causa de insuficiencia renal y representa aproximadamente un 35-40% de los nuevos casos de insuficiencia renal cada año. Existen pruebas concluyentes de que unos buenos niveles de glucosa en sangre pueden reducir de modo importante el riesgo de desarrollar complicaciones y frenar su progresión en todos los tipos de diabetes. Judith Sánchez y Hélène Gisbert, Supervisoras de las Unidades de Diálisis afirman que “dado que la diabetes y la hipertensión son cada vez más prevalentes y están estrechamente relacionadas con el desarrollo de insuficiencia renal, es muy recomendable que cualquier persona controle regularmente su tensión arterial y se someta a análisis de glucemia como medida de prevención”.
En este sentido, se establecen ocho reglas para cuidar la salud de los riñones:
- Manténgase activo. La actividad física mantiene baja su presión arterial y reduce el riesgo de insuficiencia renal crónica.
- Controle sus niveles de azúcar en sangre. Cerca de la mitad de las personas diabéticas acaban teniendo insuficiencia renal. El daño renal provocado por la diabetes puede ser reducido o evitado si se controla a tiempo.
- Controle su presión arterial. Mucha gente es consciente de que la hipertensión puede causar un infarto o un ictus, pero pocos saben que también es una causa común de insuficiencia renal.
- Siga una dieta saludable. Esto previene diabetes, patologías cardíacas y otras enfermedades asociadas a la insuficiencia renal.
- Reduzca la ingesta de sal. Intente limitar todo lo posible el consumo de alimentos precocinados, que suelen tener niveles muy elevados de sal.
- No fume. El consumo de tabaco reduce el flujo sanguíneo a los riñones, lo cual daña su capacidad de funcionamiento.
- Reduzca en lo posible el consumo de ibuprofeno y de otros fármacos anti inflamatorios. El consumo regular de estos fármacos para combatir el dolor producido por enfermedades crónicas como la artritis o la migraña puede provocar daños al riñón.
- Visite regularmente al nefrólogo si tiene uno o más factores de riesgo (hipertensión, tabaquismo, diabetes, obesidad).