La avenida de Orihuela es una vía muy concurrida por vehículos y peatones. Se trata de la salida de Aspe hacia Elche, Novelda, Crevillente, Hondón y La Romana. Además, la presencia del Pabellón Deportivo y de una gran superficie provoca un alto nivel de tráfico de vehículos y de viandantes. Para moderar la velocidad, el Ayuntamiento ha colocado varios reductores, especialmente en las cercanías del Pabellón, pero cada vez en más ocasiones los conductores tratan de vadearlos invadiendo el carril contrario. El objetivo es proteger los amortiguadores de al menos dos ruedas (las de la parte del conductor) pero se trata de una práctica peligrosa ya que se atraviesa una línea continua y cada vez los conductores lo hacen de forma más cotidiana, incluso automática, sin percatarse a veces si en el carril contrario se aproxima otro vehículo en dirección contraria.
Ante esta práctica, el concejal de Seguridad y Tráfico, Chema García Payá, ha indicado que “sabemos que se hace. No se debería hacer porque en la mayoría de la avenida hay línea continua. Estamos valorando la opción de ampliar los reductores para todo el tramo o poner separadores”. Por su parte, la alcaldesa María José Villa ha hecho un llamamiento a la solidaridad y al civismo. “Tenemos que tomar conciencia de que esos reductores no tienen como objetivo fastidiar a nadie, sino recordar que es una zona sensible y que hay que reducir la velocidad. Evidentemente saltarse los reductores supone aumentar el peligro. Por allí pasan nuestros hijos y nuestros padres. El tema de la concienciación es una cuestión de colaboración entre todos los ciudadanos”.