Siguiendo con la dinámica emprendida en 2013, con el objetivo de intentar proteger al máximo la salud de sus usuarios y deportistas, las instalaciones deportivas municipales de Aspe han renovado, un año más, su condición de espacios cardioprotegidos. Hace más de cuatro años se instalaron sendos desfibriladores semiautomáticos (DESA) en el Campo de Fútbol de Las Fuentes y en el centro deportivo municipal, que comprende los recintos de la piscina de verano y la cubierta Tomás Martínez Urios, así como el Pabellón Deportivo Municipal y sus pistas anexas. Además, desde entonces la Concejalía de Deportes está formando a sus trabajadores en la reanimación cardiopulmonar y en el manejo del desfibrilador con cursos impartidos por especialistas en la materia.
El pasado mes de octubre, la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública publicó el Decreto por el que se regula la instalación y el uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario en la Comunidad Valenciana. Esta normativa obliga a la mayoría de instalaciones deportivas a disponer del DESA, una circunstancia a la que se adelantó en su día la Concejalía de Deportes e incluso mejoró, siendo pioneros en el territorio nacional por conseguir estar incluidos en la Plataforma de Espacios Cardioprotegidos de España.
Según ha declarado Chema García Payá, Concejal de Deportes de Aspe, “el compromiso por velar por la salud y bienestar de los ciudadanos es máximo. El hecho de poseer desfibriladores o tener la condición de Espacios Cardioprotegidos no asegura salvar vidas, pero sí garantiza una actuación inmediata que amplía las posibilidades de supervivencia en caso de paro cardiaco. Por otro lado –continúa el edil de Izquierda Unida– da una gran satisfacción comprobar el adelanto de más de cuatro años que llevamos respecto a la regulación de esta materia por parte de la Conselleria, e incluso confirmar que superamos la normativa desde hace todo ese tiempo”, concluye García Payá.