El Ayuntamiento de Elda lanza un concurso de ideas para darle un nuevo uso a la Plaza de Toros de la ciudad, cerrada desde hace tres años por cuestiones de seguridad. El objeto del concurso es darle un nuevo uso a este espacio, solventando los problemas técnicos que motivaron su cierre, para reutilizar la edificación ya existente, ofreciendo así este espacio de nuevo a la ciudadanía, y manteniendo el edificio, que es parte del patrimonio histórico de la ciudad.
El edil de Patrimonio Histórico, Amado Navalón, ha indicado que “el objetivo es dar voz a la ciudadanía y que sean ellos los que propongan diferentes usos para este lugar tan emblemático”. No obstante, al requerir la presentación de un proyecto “es necesario que los concursantes sean arquitectos o, en el caso de equipos multidisciplinares, al menos un miembro sea arquitecto o arquitecta en plena capacidad de obrar”. La arquitecta municipal, Lucía Boix, ha indicado que “se trata de un concurso muy abierto, que permite incluso transformaciones de uso”. No obstante, Boix ha señalado que las ideas presentadas deben contar con el uso público del espacio. “Además, se tendrán en cuenta aspectos como el valor añadido que aporte la propuesta, el mantenimiento de las edificaciones existentes, los costes de mantenimiento, la mejora de la accesibilidad y la relación de la nueva propuesta con el entorno”.
El plazo para presentar los proyectos concluye el próximo 12 de diciembre y la idea ganadora recibirá un premio de 3.000€. El jurado estará compuesto por un representante de cada grupo político con representación en el Ayuntamiento, dos arquitectos y un arquitecto técnico de la concejalía de Urbanismo y un técnico de la de Patrimonio. El arqueólogo municipal, Juan Carlos Márquez, ha señalado que el objetivo de este concurso, además de dotar de un nuevo uso a este edificio es “promover que la nuestra Plaza de Toros no acabe siendo un edificio en ruinas”. En este sentido, desde la concejalía han indicado que este sistema de concurso de ideas se realizará en los próximos meses en otros puntos de la ciudad “no sólo para dar nuevos usos a nuestro patrimonio histórico, sino también para hacerlo de una forma mucho más participativa”.
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