Las obras del proyecto para la Captación y Canalización de Aguas Pluviales de Novelda han entrado en su segunda fase con el inicio de la construcción de un gran aliviadero en la intersección de las calles Sargento Navarro y Benito Pérez Galdós, una actuación que provocará importantes dificultades en el tráfico por lo que el concejal de Calidad Urbana y Medioambiental, Francisco Cantos, ha pedido “mucha paciencia y disculpas a los vecinos que se vean afectados”.
Una vez concluida casi en su totalidad la obra del colector norte, que transcurre por las calles Cura González y Luis Pérez Beltrá y que, en palabras de Cantos, se ha desarrollado sin problemas importantes, a excepción de un “retraso en el reasfaltado que provocó cierto malestar entre los vecinos a los que pido disculpas”, la actuación se ha trasladado a la rotonda ubicada frente al instituto La Mola y la estación de servicio en la Avenida de Benito Pérez Galdós, donde se está construyendo un aliviadero de grandes dimensiones que permitirá verter las aguas al río Vinalopó cuando, en caso de lluvias torrenciales, sea imposible derivar todo el caudal hacia la estación depuradora. En este caso el vertido al Vinalopó se realizará cuando la dilución de las pluviales y las residuales alcance las proporciones razonables y permitidas.
Más de un kilómetro de recorrido
La obra de este colector centro, que se prolongará hasta el próximo mes de mayo, seguirá avanzando por las calles Sargento Navarro, Travessia y Emilio Castelar, con casi un kilómetro de recorrido lo que provocará, como afirmaba el concejal de Calidad Medioambiental, importantes problemas de tráfico, que obligarán a cambios de itinerarios, y molestias a los vecinos pero, afirmaba, “se trata de una obra que tendrá tantos beneficios que los inconvenientes que ahora provoca quedarán en un mero trámite”. Cantos adelantaba también que posiblemente las actuaciones del colector centro puedan afectar al recorrido de las procesiones de Semana Santa por lo que la Junta de Hermandades y Cofradías ya estudia itinerarios alternativos.
El proyecto de canalización y conducción de pluviales, que se inició el pasado septiembre con la construcción del colector norte y tiene como objetivo evitar las inundaciones que se producen en la zona baja del municipio cuando se producen lluvias torrenciales, fue aprobado en 2013 por la conselleria de Hacienda en sustitución de la obra de un nuevo centro polideportivo, incluido en el Plan Confianza, que no llegó a construirse por incumplimiento del contratista. La obra, con un presupuesto de más de 1,5 millones de euros, sustituirá las conducciones unitarias actuales que datan de 1960 y permitirá la separación en la recogida de las aguas pluviales y fecales. Para ello contemplaba la construcción de dos colectores, uno, ya finalizado, que discurre por las calles Cura González y Luis Pérez Beltrá hasta el río Vinalopó , recogiendo, en sus 1.237 metros lineales de tuberías, el agua de lluvia de cuatro cuencas rurales que ocupan una superficie de casi 700.000 metros cuadrados y que, según el estudio hidrológico, pueden recoger un total de 1,384 metros cúbicos por segundo, y una segunda conducción, recién iniciada, que sigue la línea marcada por las calles Emilio Castelar, Travessia, Sargento Navarro y Médico Sala hasta el río. En este caso la conducción, que estará integrada en la red de alcantarillado, tendrá más de mil metros lineales, recogerá el agua de diez cuencas urbanas, con un área total de 662.016 metros cuadrados y una posible captación de agua de 12,797 m3/s.