El pasado sábado 10 de Marzo, tuvo lugar la representación del «El Monte», el auto sacramental del Sermón de las Siete Palabras. “Una abarrotada Basílica acogió al público de Aspe y los numerosos visitantes que se acercaron desde otras poblaciones para presenciar el acto, y es que desde que se decidió recuperar este acto en 2005 ha ido calando y tomando cada vez más relevancia”, indicaban fuentes de la Junta Mayor de Aspe.
A las ocho y media de la tarde, tal y como estaba previsto, se iniciaba la representación, destacando el despliegue de la Banda Municipal del Ateneo Maestro Gilalbert, que deleitó a los asistentes con más de 100 personas entre músicos y las voces masculinas que interpretaron las piezas que acompañaron cada una de las palabras que desgranó el predicador. La excelente acústica de la Basílica se encargo del resto.
En el altar mayor se recreó el monte Calvario, con las imágenes del Cristo de la Agonía, la Dolorosa y San Juan y un gran lienzo con el buen y mal ladrón y paisaje montañoso. “Destaca también la calidez y calidad con la que el predicador fue desgranando cada unas de las palabras del sermón, que llegaron y emocionaron a todos los asistentes”. El Sermón fue pronunciado por el Vicario de la Parroquia Ntra. Sra. del Socorro de Aspe y actual consiliario, José Manuel Bascuñana, consiliario también de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Aspe. El acto fue presidido por la Alcaldesa de Aspe, María José Villa, miembros de la corporación municipal, la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades y miembros de las diferentes Cofradías y Hermandades.
Por otra parte, las Marías y Magdalena fueron las grandes protagonistas del acto. “El sábado era su día. En el primer acto fueron ataviadas con los trajes y peinados típicos que se ha ido transfiriendo de generación en generación. La tarde fue de nervios y más nervios, pero a la hora prevista todo estaba listo para empezar. Con paso ceremonioso iniciaban su andadura hacía el altar mayor, escoltadas por los miembros de la guardia pretoriana. Ya en el altar, escucharon la representación hasta el momento en el que se produjo el trueno, justo antes de la séptima palabra. La Magdalena se agarró a la Cruz y las Marías la acompañaron. Una vez finalizado el acto, superados los nervios y miedos previos, la emoción se apoderó de ellas y de sus familiares”.