#Monforte: Al descubierto los secretos ocultos de la iglesia de Monforte del Cid

Artistas como Bernardino Ripa, Esteve Bonet, Simó de Toledo, o datos inéditos como la predicación de San Vicente Ferrer en la villa, aparecen tras más de dos años de trabajo

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Los profesores Alejandro Cañestro y José Ángel Maciá presentan, tras más de dos años de intensas investigaciones, el libro ´Sacrum Castellum. Estudios artísticos sobre el templo de Santa María de Monforte del Cid´, libro editado por la Universidad de Alicante y su cátedra Arzobispo Loaces, y patrocinado por la Diputación de Alicante y la Asociación Cultural Comparsa Contrabandistas de Monforte. El vaciado minucioso del intacto archivo histórico parroquial ha sacado a la luz infinidad de datos y curiosidad de los diferentes procesos de construcción del templo monfortino, indicando sin duda la preferencia por los diferentes obispos en sus muchos siglos de historia. La presentación será el próximo jueves 28 de junio a las 20:00 en la iglesia parroquial de Monforte del Cid, siendo los beneficios de la venta de esta publicación para la restauración patrimonial que el templo monfortino va a llevar a cabo en estos próximos meses.

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El libro, que aparece prologado por el catedrático emérito de la Universidad de Murcia Germán Ramallo, comienza con un estudio comparado de los escasos datos que poseemos sobre su origen como castillo, y que el licenciado José Ángel Maciá ha comparado con los estudios que al respecto existen, sosteniendo claramente la hipótesis que estamos ante un origen musulmán ante las numerosas evidencias que hoy existen. “Las excavaciones del arqueólogo Miguel Benito a finales de los 80 nos dan la clave de su origen almohade, aunque son otros muchas datos los que publicamos que refuerzan su hipótesis. Pero sin duda lo que más ha sorprendido a sus autores ha sido toda la información que el archivo histórico parroquial ha proporcionado al estudio, por lo que el concienzudo y milimétrico vaciado de su contenido ha hecho que hoy tengamos un hilo constructivo y de los diferentes artistas que han pasado por Monforte a lo largo de estos siglos”.

La arquitectura, la escultura, la pintura y las artes decorativas se ven analizadas también en este libro, en capítulos a cargo del doctor y profesor universitario Alejandro Cañestro, quien no ha escatimado esfuerzos en recrear el glorioso pasado de este importante templo alicantino, por el que pasaron los mejores artistas de cada tiempo. Según el profesor Cañestro, “esta iglesia es paradigmática para conocer el cambio de mentalidades y apariencias que experimentan los templos durante el paso del tiempo, pues al armazón gótico se le suma la corrección renacentista, el adorno barroco y la ampliación clasicista”.

Según se desprende de la rica documentación, fue un continuo desfile de los mejores artistas de cada tiempo: desde el pintor monfortino Guillem Soria (siglo XVI, que posteriormente colaboraría en el presbiterio de la catedral de Valencia), al platero valenciano Simó de Toledo, autor de la cruz procesional que aún subsiste en la iglesia, el fraile y matemático Antonio Villanueva (siglo XVIII), responsable de varias actuaciones tanto de arquitectura como de pintura, o el muy importante descubrimiento del escultor valenciano José Esteve Bonet, quien talló el grupo de la Virgen de los Dolores, dado a conocer en esta publicación con testimonio escrito y fotografía antigua.

Aunque es una tradición oral que en muchas ocasiones se ha podido escuchar en Monforte sobre la predicación del santo valenciano Vicente Ferrer, por primera vez se documenta con un testimonio del siglo XVIII este extremo. “Una mezcla de sorpresa y alegría nos sobrevino cuando vimos que el oriolano Josef Montesinos, en uno de sus viajes a finales de 1789, indica que en la ermita de la Sangre de Cristo pudo leer un documento donde hablaba de la presencia del santo en Monforte, por lo que claramente acerca esta tradición a una realidad más plausible”, indica José Ángel Maciá, que a su vez realiza un estudio de otras construcciones religiosas como la ermita de San Pascual, la de San Roque, y otra desaparecida y que se conocen apenas datos como la Ermita de los Dolores, “que se encontraba a tiro de pistola de la iglesia principal de Monforte”.

La lectura del archivo histórico parroquial ha revelado también otros datos desconocidos que ayudan a situar a elevar todavía más la categoría del templo de Monforte. Por citar algunos ejemplos: en 1790 la reina María Luisa de Parma regala un terno y un vestido a la imagen del Niño Jesús porque, según el testigo escrito, había curado al infante Fernando -futuro Fernando VII. La duquesa de Alba, por su parte, en 1855 legó un vestido a la Purísima y un año más tarde, la infanta de España, hija de don Francisco de Paula, hizo lo mismo. A ello debe añadirse la compra en 1794 de una alfombra a la Real Fábrica de Tapices, único caso encontrado en toda la provincia.  Cañestro concluye: “con datos así, no cabe duda de que la iglesia de Monforte debió ser un gran foco de experimentación artística de primer nivel, un lugar donde se ensayaron corrientes estilísticas a la altura de una catedral o un templo de rango mayor”.

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