La intervención de una vecina en el pleno ordinario del mes de febrero ha desembocado en una bronca al final de la sesión entre familiares, vecinos del barrio El Castillo y la alcaldesa María José Villa. El suceso ocurrió este martes 26 de febrero. Una vecina de Aspe, Eva María Pérez, había solicitado intervenir en el pleno para plantear un problema urbanístico. Según esta vecina “he estado cinco años dejándome llevar por unos y por otros” y solicitaba la intervención ya que “desde alcaldía se me ha negado otra cita para volver a hablar con la alcaldesa”. El motivo se encuentra en la construcción de una vivienda en la calle Poniente, esquina presbítero Luis Díez. La vecina había invertido 100.000 euros en adquirir el solar pero las normas del Ayuntamiento le obligan a retranquear la primera planta y cualquier altura haciendo chaflán. Esto ha dado lugar a una pesadilla de cinco años, según Eva María Pérez. “La vivienda era de mi abuelo. Al fallecer compré su parte a mi madre y a mis tías. En mayo de 2014 presenté un escrito en el Ayuntamiento que contestaron un año después. Mi padre visitó a la concejala de Urbanismo, actual alcaldesa, María José Villa. Lo que pedíamos era hacer un chaflán en la parte de abajo y una esquina arriba. La concejala contestó que podía hacerlo, ya que lo había consultado a la arquitecta. Pero después me llegó un informe desfavorable para la edificación, aunque favorable para la demolición. Hablé con el alcalde, Antonio Puerto, y me recomendó que recogiera firmas entre los vecinos para que se reformara la normativa de los chaflanes y presentara las firmas a los portavoces municipales. Lo hice pero no se modificó nada”.
Después de esto se planteó participar en el pleno de noviembre de 2015. “Días antes el alcalde me comunicó que no hacía falta, que la concejala le había dicho que estaba todo solucionado. Confié en ellos y derribamos la casa en febrero de 2016”. Sin embargo, según la vecina, aún no ha podido construir la nueva vivienda, por lo que en noviembre de 2017 presentó otro escrito que tardaron seis meses en responder. “Mi error ha sido confiar en la palabra de la autoridad de este Ayuntamiento. No tengo que pagar su mala gestión. Se trata de voluntad política. No es su dinero, es el mío. Son 100.000 euros que tengo invertidos”.
El objetivo de su intervención en el pleno era que el Ayuntamiento “estudie realizar una modificación puntual en la zona 10, barrio del Castillo, en lo que se refiere a los chaflanes”. Según Eva María Pérez, “el problema también está afectando a los vecinos del barrio ya que tienen que sufrir un solar frente a sus casas”. Pero sobre todo le ha afectado a ella. “Me he quedado sin ahorros y me está provocando ansiedad”.
Ante esta intervención, María José Villa respondía que “es cierto que se te dio una información errónea, pero no es cierto que no hayamos tenido empatía contigo. Hemos estado buscando soluciones a esa expectativa que se te levantó. Hemos buscado maneras de darte respuesta. La calle presbítero Luis Díez con Poniente debería ser peatonal, pero no puede ser porque viven personas y hay que dar servicios. Es por ello que se te obliga a hacer un chaflán en la parte de abajo, por seguridad. Hemos buscado la manera de justificar esa licencia mirando los planos y viendo la documentación gráfica del PGOU como excusa para un informe favorable, pero no ha podido ser”.
En cuanto a la petición de modificar puntualmente la zona “la hemos valorado. Técnicamente podrían decir que no responde a un interés general, pero lo que ocurre es que el PGOU es tan viejo y han pasado tantos años que se soporta con palillos”. Según la alcaldesa sería más rápido cambiar el Plan General de Ordenación Urbana. Sin embargo, el concejal del PP, Juan Ruiz, intervino después de las declaraciones de la alcaldesa asegurando que “lleváis cinco años engañándola”. Tras este debate se generó una bronca en la que intervino la familia de la mujer afectada, descontentos con la respuesta de la alcaldesa, y vecinos del barrio El Castillo.