El pasado lunes, cuatro agentes de la Policía Local de Aspe y la administrativa que está adjunta al retén, obtuvieron el certificado del uso y manejo del desfibrilador semiautomático. Con ello cumplen el decreto 159/2017 del 6 de octubre dónde se especifican los lugares donde tienen que instalarse los desfibriladores y también la formación que deben tener las personas que puedan o vayan a usarlo.
En la localidad de Aspe, los coches patrulla de la Policía Local son espacios cardioprotegidos. Esto significa que cada vehículo tiene un desfibrilador que va a permitir actuar ante una emergencia. De esta forma, los integrantes de la Policía Local han adquirido los conocimientos necesarios sobre maniobras de reanimación cardiopulmonar para intentar revertir situaciones dramáticas. El objetivo es evitar que la persona afectada fallezca por una parada cardiorrespiratoria.
La decisión de formarse ha sido iniciativa de los propios policías locales, con el intendente jefe, Juan Carlos Mota, a la cabeza. De esta manera han adquirido una formación más específica en cuanto a los primeros auxilios para atender a la población. En instructor de este curso ha sido el formador especialista en este tipo de cursos, Javier Guillén.
