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El Daño Cerebral Adquirido (DCA) constituye una realidad social y sanitaria de magnitud creciente y gravedad extraordinaria que se produce cuando un daño repentino en el cerebro le causa lesiones. Las causas principales de DCA son los accidentes cerebro vasculares, también conocidos como ICTUS, los Traumatismos Craneoencefálicos, los tumores en la cabeza y patologías infecciosas.
Por ello, el Hospital del Vinalopó, perteneciente al grupo Ribera Salud, realiza un abordaje holístico y multidisciplinar de los pacientes en el que participan médica rehabilitadora, neuropsicóloga, logopeda, fisioterapeutas y terapeuta ocupacional, que a su vez cuentan con la importante colaboración de otros especialistas médicos y trabajo social. Este abordaje es importante dado que los problemas derivados de las lesiones cerebrales son múltiples y muy variados, y necesitan, por tanto, de abordajes diferentes y sincronizados. “En este contexto, no podemos olvidarnos de las familias de nuestros pacientes, que son los encargados no solo del cuidado y soporte emocional de estos, sino que también son los grandes afectados de esta condición”, añade la Dra. Martínez.
Desde Neuropsicología, y en colaboración con todos los miembros de la Unidad de Daño Cerebral se realiza, desde hace ya 4 años una formación específica para familiares y cuidadores de pacientes afectados, adquiridos a través de la Escuela de Familias DCA. Para esta labor psicoeducativa se cuenta con la participación del equipo multidisciplinar, así como trabajo social, que participan de la tarea de formar, informar, y acompañar a los familiares de nuestros pacientes con el fin de poder aumentar sus recursos, habilidades, conocimientos y calidad de vida.
Este año se han realizado 22 sesiones de formación en la Escuela de DCA con este propósito de ayudar y acompañar a las familias a lo largo del proceso tan traumático que les ha tocado vivir. Durante este año, algo más de 75 familias han acudido a las diferentes sesiones de formación, beneficiándose de este tipo de intervenciones, único en la red de hospitales públicos de nuestra provincia.
Con motivo de la clausura de la formación anual, el equipo organizó la primera jornada de convivencia de Daño Cerebral con el fin de humanizar la asistencia sanitaria y ayudar a un conocimiento mutuo de los participantes del proceso de rehabilitación.
“El DCA causa alteraciones que pueden ser motoras, del lenguaje y la comunicación, de las emociones, la personalidad y conducta, así como cognitivas: dificultades atencionales, alteraciones de la memoria, de la capacidad de racionamiento y juicio, por ello es fundamental potenciar este tipo de actividades”, explica Begoña Martínez Pelegrín, especialista en la Unidad