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José Manuel Bascuñana, vicario de la basílica Nuestra Señora del Socorro y responsable de Caritas en esta parroquia, ha hecho balance de las actuaciones realizadas por dicho colectivo en los últimos meses. “Esperaba un aumento de las solicitudes a partir del 10 de mayo, pero ha sido menor del que esperaba, incluso se puede hablar de un descenso de personas atendidas, ya que se han reincorporado al trabajo. No son muchas las familias que ya no necesitan de Caritas, pero hay pequeños alientos de esperanza”.
De todas formas, el Bascuñana recuerda que “aun así las familias que atendemos están en torno a 115, es decir, unas 340 personas, lo que sigue siendo un drama, es un numero elevado”. Por ello ha destacado que desde Caritas “hacemos todo lo posible para aliviar el sufrimiento. Además, el pueblo de Aspe está respondiendo de forma impresionante”.