El arqueólogo e historiador aspense Felipe Mejías ha iniciado esta semana el proyecto de excavación arqueológica en el campo de concentración franquista de Albatera, situado en el término municipal de San Isidro. En declaraciones a Radio Aspe, Mejías ha indicado que “el campo es una instalación penitenciaria que empieza a funcionar en octubre en 1937 como campo de trabajo republicano. Es una cárcel a cielo abierto que el gobierno de la República abre para confinar a quintacolumnistas y elementos juzgados por tribunales populares. En 1939 cuando terminar la guerra, el bando franquista traslada a todos los prisioneros del puerto de Alicante y empezó a ser un campo de concentración franquista”.
Según el investigador aspense a partir de ahí “funcionó durante siete meses como un campo de concentración puro y duro. Funcionó de una forma inhumana. Los testimonios de los prisioneros dicen que as condiciones de salubridad eran nulas, apenas tenían agua, muy poca comida… Empieza a haber una mortalidad muy elevada por epidemia de tifus y por el fusilamiento de los que querían evadirse”.
El proyecto de investigación en el que se enmarca esta excavación es parte de la Cátedra Interuniversitaria de Memoria Democrática de la Comunidad Valenciana y cuenta con subvenciones de la Conselleria de Calidad Democrática. El importe es de 17.600 euros.
La intención de esta actuación es “trabajar desde la arqueología. La investigación histórica sobre este tema ha llegado a un camino sin salida, no hay más documentación”. Por ese motivo es necesario “estudiar el campo desde la método arqueológico, documentar dónde estaba, cuáles eran las infraestructuras, la alambrada, los barracones, los objetos que todavía están en el terreno”. El resultado está siendo bastante fructífero en los primeros días. “Hemos encontrado cartuchos de fusil, seguramente de máuser, algunos percutidos, que se han sido disparados dentro del campo, también restos de los barracones, monedas, insignias militares, etc.” Además la próxima semana pasarán un georadar de última generación de la Universidad de Cádiz y posteriormente se realizarán sondeos mecánicos con máquina retroexcavadora para encontrar la fosa común, que es el gran objetivo de esta actuación.
