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Con el objetivo de visibilizar entre la ciudadanía de Monforte del Cid los efectos negativos que el mal uso del inodoro tiene para la red de saneamiento de la población, la concejala de medio ambiente, Thais Hernández, junto con representantes de Aguas de Alicante han presentado la campaña de concienciación medioambiental “Basta de diminutivos”, iniciativa que incluye una pieza audiovisual que puede visitarse durante todo el mes en la página web del Ayuntamiento, además de diferentes acciones en redes sociales y medios locales.
En una semana en la que se conmemora el Día Mundial del Medioambiente (5 de junio), esta campaña enfatiza sobre lo que supone llenar el saneamiento de nuestras ciudades de productos que no están diseñados para deshacerse en contacto con el agua, generando graves problemas de diferente índole.
Sergio Sánchez Ríos, gerente de Poblaciones en Aguas de Alicante, ha destacado la apuesta que desde la compañía se lleva a cabo por implicar a la ciudadanía en la mitigación de este problema «a través de la sensibilización medioambiental, tenemos el objetivo de implicar al ciudadano en la reducción del enorme impacto que tiene la eliminación de objetos inadecuados a través de la red de saneamiento de nuestras ciudades”. Según ha declarado, “al sobrecoste que se produce, que a nivel nacional está estimado por AEAS en 230 millones de euros al año, se suma el empeoramiento del servicio derivado de los constantes atascos y reparaciones”.
Por su parte, María Flor García, gerente de Depuración en Aguas de Alicante, ha hecho hincapié en el gran impacto medioambiental que tiene el mal uso del inodoro «junto a los graves problemas de obstrucciones, están también determinados tipos de vertidos, con un importante porcentaje de dichos artículos de higiene que acaban llegando al mar y el aumento de los residuos sólidos en el medio marino que esto supone”. Además, añade, “a los elementos ya tradicionales, como los bastoncillos o las toallitas húmedas, se han unido en los últimos meses otros igualmente perjudiciales, como las mascarillas que utilizamos frente al COVID-19”. nación de objetos inadecuados a través de la red de saneamiento de nuestras ciudades”.
La popularización de estos artículos desechables ha revelado en los últimos años un problema al que a diario se enfrentan todas las ciudades y servicios de limpieza en el mundo, con un porcentaje apreciable de la ciudadanía que se deshace de este tipo de artículos empleando el inodoro. Según AEAS (Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamientos), el impacto económico que supone esta problemática produce a nivel nacional un sobrecoste de entre 4 y 6 euros por persona al año y un encarecimiento de un 10-15% de las actividades de mantenimiento, tratamiento y depuración de las aguas residuales. Todo lo anterior supone en España un sobrecoste total estimado en unos 230 millones de euros al año.