#Petrer: Éxito de la experiencia piloto de compostaje comunitario en la EcoIsla Hispanoamérica

Más de 2.000 kilos de residuos orgánicos se han transformado en 600 litros de compost.

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Desde el pasado mes de febrero, decenas de familias han compostado colectivamente más de 2.000 kilos de residuos orgánicos de sus domicilios, protagonizando un proyecto pionero en Petrer sobre
compostaje comunitario. Esta experiencia, desarrollada por la concejalía de Servicios Generales con el apoyo y seguimiento del Consorcio de Residuos CREA, ha permitido la extracción de los 600 primeros litros (kilos) de compost generado tras todo este periodo de trabajo en equipo.
Esta experiencia ha sido calificada de “todo un éxito y un ejemplo a seguir, no sólo por haberse implicado activamente en la mejora del medio ambiente y el aprovechamiento de recursos que supone el compostaje, sino también por el valor del trabajo en equipo, su responsabilidad y su esfuerzo colectivo”, ha indicado el concejal del área, Fernando Díaz.
Además de extraer el compost generado en estos meses, los participantes en esta iniciativa podrán llevarse ahora una parte de este compost para manejarlo adecuadamente y poder aplicarlo en el huerto o en las macetas de casa, poniendo fin al proceso de formación que han recibido y que les permitirá seguir compostando comunitariamente de manera regular. También el Ayuntamiento pretende incluir árboles y arbustos en un solar cerca de la EcoIsla utilizando el compost
resultante.

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“Todo lo que han hecho tiene mucho mérito y, además, sirve para animar a otros a desarrollar experiencias similares”, ha señalado Díaz. El compostaje es una práctica que permite la autogestión -tratamiento llevado a cabo por el propio productor del desecho- de los residuos orgánicos de origen doméstico, preferiblemente los restos de alimentos no cocinados –frutas, hortalizas, verduras- y los desechos del huerto o la poda. Se trata de imitar y manejar de manera controlada el proceso
de putrefacción natural de la materia orgánica: se mezclan en la proporción adecuada los diferentes residuos, se voltean periódicamente y se controla el grado de humedad. El resultado final de este proceso de descomposición aeróbica es el compost, un producto sólido que posee
unas propiedades que lo hacen apto para su uso como enmienda orgánica en el suelo de huertos y jardines a los que aporta mejoras físicas, químicas y biológicas.

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