En el marco de la Operación Leum, la Guardia Civil de Alicante ha detenido trece personas, a las que se les atribuyen los delitos de cultivo y elaboración de marihuana, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. Los miembros del grupo, vinculados por lazos familiares, operaban desde tres viviendas que ocupaban de forma ilegal.
A finales del pasado año, la Guardia Civil de El Campello inició una investigación en torno a una vivienda situada en la localidad de Busot, que se encontraba ocupada de forma ilegal, con la sospecha de que pudiera estar siendo empleada para traficar con drogas.
Los primeros indicios pusieron a los agentes sobre la pista de de un clan familiar altamente especializado en el tráfico de drogas y asentado en la zona.
Durante el transcurso de las averiguaciones, el Área de Investigación de El Campello comprobó que los posibles responsables hacían uso de otras dos viviendas, también ocupadas de forma ilegal, una de ellas en la misma localidad, Busot, y la otra situada en Monforte del Cid.
Una vez identificados los presuntos miembros del grupo, los agentes corroboraron que pertenecían a tres clanes, vinculados entre sí por relaciones de parentesco. El pasado 25 de marzo se llevó a cabo la fase de explotación de la Operación Leum.
Durante uno de los registros en las viviendas, los agentes hallaron en el interior de una de las ubicadas en Busot, una sofisticada granja de minado de criptomonedas, refrescada con aparatos para uso profesional.
Han intervenido un ventilador industrial de más de un metro y medio de altura. La granja estaba abastecida de energía de forma ilegal, mediante un enganche al suministro eléctrico. Contaba con más de 30 procesadores.
El grupo estaba ampliando esta granja, y han sido incautados numerosos dispositivos nuevos que conservaban el embalaje original.
Una granja de minería de criptomonedas es un sistema montado con diferentes aparatos informáticos (principalmente tarjetas de vídeo, fuentes de alimentación y sistemas de enfriamiento) con la finalidad de realizar transacciones con criptomonedas. Por su parte, la criptomoneda es una moneda digital.
Es importante tener en cuenta que, una vez que se compra o se vende este activo, ya no es posible cancelar la operación.
Las transacciones con criptomonedas son empleadas habitualmente por los grupos criminales que hacen uso de este activo digital, habitualmente de forma fraudulenta, bien como medio de pago, o así como para blanquear el capital.
En las tres viviendas fueron localizadas plantaciones de marihuana además de otras sustancias estupefacientes y, en dos de ellas, armas de fuego.
En la de Monforte del Cid, el grupo tenía una guardería de hachís, un almacén en el que los traficantes ocultan la droga durante escaso tiempo, para darle rápida salida en el mercado negro.
Empleaban importantes medidas de seguridad. Poseían diferentes armas para su autodefensa.
En dos de los registros fueron halladas armas de fuego, incluso en uno los agentes intervinieron una pistola preparada y dispuesta para su uso. Las plantaciones se encontraban aisladas al exterior mediante sellado con espuma de poliuretano y el uso de papel reflectante, para evitar la detección desde el exterior de las emisiones
térmicas de las lámparas, del ruido y del olor.
Como resultado, han sido intervenidos 22 kilogramos de cogollos de marihuana secos y envasados para su venta, 334 gramos en placas de hachís, 18 gramos de cocaína, y 554 plantones de marihuana en fase de crecimiento; 30 procesadores informáticos empleados en la granja de criptomonedas; dos vehículos empleados por la banda para la actividad delictiva; 1.090 euros en efectivo; numerosas piezas de joyería; dos armas de fuego cortas, ilegales, de calibre 9 milímetros modificadas (una
de ellas municionada y lista para disparar); silenciadores acoplables a las armas de fuego; numerosa munición; 4 armas blancas prohibidas; además de gran cantidad de material empleado para la actividad criminal.
Han sido detenidas 11 personas e investigadas otras 2, son 8 hombres y 5 mujeres con edades comprendidas entre 22 y 64 años. 12 de ellos de nacionalidades española, y uno de nacionalidad marroquí, que era el que abastecía de hachís al resto de la banda.
Se les imputan los delitos de cultivo y elaboración de marihuana, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas, defraudación de fluido eléctrico y
pertenencia a grupo criminal.
La operación ha sido desarrollada por el Puesto Principal de la Guardia Civil de El Campello, que ha contado con la estrecha colaboración del Puesto de Jijona, el Equipo de Policía Judicial de San Juan, la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de Torrevieja, el Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Alicante, la Policía Local de Busot y la Unidad de Medios Aéreos de la Policía Local de Elche.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de San Vicente del Raspeig que ha decretado el ingreso en prisión de cinco de los principales miembros de la banda, siendo uno de ellos un hombre de 45 años, de nacionalidad española, implicado en numerosas operaciones contra el tráfico de drogas explotadas por la Guardia Civil de El Campello desde hace más de una década, y otro, un hombre de 25, de nacionalidad marroquí, encargado de hacer llegar el hachís al resto del grupo.
A todos los detenidos les constan un sinfín de antecedentes por hechos similares.