Los “Bailes de la Reina” vuelven este año a la Plaza Mayor de Aspe como una de las propuestas culturales más singulares de la Navidad. La actividad, organizada por el grupo Alboroque, recupera unas danzas tradicionales que se celebraron en el municipio desde el siglo XVIII hasta los años 30 del siglo XX, y que fueron rescatadas hace aproximadamente tres años.
Ana Martínez, presidenta del grupo, explica que este trabajo de recuperación es tan apasionante como complejo: “el baile y la música tradicional es un poco de frikis… cuesta mucho arrastrar a gente para que nos ayude a colaborar”. Aun así, recalca que estas danzas tienen un valor inmaterial “grandísimo”, y que su grupo está decidido a mantenerlas vivas.
Tres personajes y una danza cargada de simbolismo
La actividad se estructura igual que antaño: Reina, Duquesa y Disfresado. Estos tres personajes son esenciales en la coreografía y en el sentido histórico del baile. Según relata Martínez, “los Bailes de la Reina los rescató hace unos años Francisco Pedro, mirando documentos parroquiales… los organizaba la cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús para recaudar dinero”.
El desarrollo de la danza mantiene su orden tradicional: primero la Reina con el Disfresado, después la Duquesa con su acompañante, y tras ellos, toda la corte, seguida de la llamada “corte del disfresado”, uno de los elementos más vistosos de la fiesta. “Bajo mi punto de vista es la más divertida porque van con la cara tapada y pueden ir metiéndose con toda la gente que esté en la plaza”
De las pujas al chocolate
En su origen, los Bailes de la Reina incluían una parte final dedicada a recaudar fondos: las pujas para bailar con los personajes principales. El grupo Alboroque intentó recuperarlas, pero no funcionó. “Vimos que no tuvo éxito… la gente no se animaba” admite Martínez. Por ello, hoy se opta por una alternativa que ha ganado muchos adeptos: una chocolatada final, abierta a todos los participantes. “Eso sí, el que viene a tomarse el chocolate es porque se lo ha ganado” bromea la presidenta
Una tradición que quiere crecer… y atraer a los más pequeños
Para el grupo, es importante que esta danza siga transmitiéndose entre generaciones: “ha estado muchísimos años en el olvido y lo que pretendemos es inculcarles a los niños… son ellos los que tienen que seguir hacia adelante”. Por ello, llevan los bailes a colegios y colectivos locales, enseñando pasos y elaborando máscaras. Este año estarán también en la feria de Navidad del 6 de diciembre realizando un taller de máscaras para quienes quieran participar como Disfresado.
Llamamiento para elegir a la Reina, la Duquesa y el Disfrazado
De cara a la edición del 21 de diciembre, el grupo busca a las tres figuras principales. Y este año han tenido, como dice Ana Martínez, una “idea brillante”: invitar especialmente a las mujeres que hayan sido damas de la Virgen de las Nieves. “Ellas tienen un traje ideal para ser Reina o Duquesa… qué mejor que darle una segunda oportunidad a ese traje”
La invitación está abierta también a cualquier mujer u hombre del municipio dispuesto a participar, incluso con roles menos visibles. “Si alguien dice ‘me da vergüenza’, no te preocupes, también tenemos papel para ti: sales de máscara y no te ve nadie” explica entre risas
Las inscripciones pueden realizarse hasta el 30 de noviembre a través de redes sociales o contacto directo con miembros del grupo.
Una plaza llena que anima a seguir
En los últimos años, los Bailes de la Reina han ido ganando público: “estamos viendo la plaza llena… ver que estás tú danzando y no está vacía nos hace muchísima ilusión” afirma Martínez. El objetivo del grupo es consolidar esta actividad como una cita fija del calendario navideño de Aspe, uniendo historia, participación ciudadana y un ambiente festivo que ya se ha convertido en parte de la identidad local.
A continuación les dejamos con la entrevista a Ana Martínez, presidenta del Grupo Alboroque
