El arquitecto Mariano Cuevas ha realizado una nueva limpieza de excrementos de paloma en las tres portadas de la basílica Nuestra Señora del Socorro. La limpieza ha consistido en la retirada de excrementos con un cepillo suave sin filamentos metálicos (limpieza en seco) y una toma de muestras, también se ha realizado un levantamiento fotogramétrico. “Se tomaron más de cien muestras para analizar”, ha explicado en Radio Aspe. Estas muestras sirven para iniciar un diagnóstico para una posible intervención. El análisis se está realizando por parte de David Benavente, profesor de petrología y geoquímica de la Universidad de Alicante, “un laboratorio de referencia internacional para el estudio de la piedra ornamental”, ha asegurado Cuevas.
La actuación de las palomas sobre esta joya arquitectónica de los siglos XVII y XVIII es menor que en la limpieza de hace dos años, ya que se ha detectado un menor número de anidamientos, pero Cuevas recuerda que “las palomas son la plaga más agresiva para los monumentos históricos. Son una plaga urbana que actúa sobre la piedra por dos elementos que tienen sus excrementos, los oxalatos y el ácido fosfórico, que al mojarse con la lluvia provocan la cristalización de las sales en la roca, que es lo peor que puede ocurrirle a la piedra calcarenita que existe en la basílica”.
En algunas zonas se han retirado cerca de 20 centímetros de excrementos. “Al lixiviarse con la lluvia generan una costra negra que afecta a la piedra y al mortero de la restauración que hicimos entre 1997 y 2003. En algunos puntos existen ya daños no reparables”. En esta ocasión la zona más afectada ha sido la portada de San Juan. Los análisis de la UA tardarán entre tres o cuatro meses en dar resultados. El objetivo tras estos análisis es “elaborar un proyecto de restauración como el que se hizo entre 1997 y 2003. Seguramente habrá que actuar por fases para volver a restaurar las portadas y la torre”.
Os dejamos la entrevista en el reproductor.