Según informa el sindicato ASAJA, las previsiones de la producción de uva de mesa de la campaña 2016 auguran una reducción de cosecha de alrededor del 30%, que afectará principalmente a las variedades Ideal y Aledo. Esto es debido al largo periodo de sequía que castiga a la provincia desde 2014 y que ha provocado que las plantas de uva del valle del Vinalopó entren en un periodo de estrés preocupante. Y es que, la ausencia de lluvias y las altas temperaturas del 2015 y de los primeros meses del 2016, han llevado a las cepas al límite, provocando dos hechos totalmente inusuales. Uno de ellos, es que este año no se ha producido el tradicional “lloro de savia”, que siempre ocurre en primavera con la subida de las temperaturas, y es cuando los viñedos abandonan su reposo invernal y la savia recorre de nuevo la planta, goteando a través de los cortes que tuvo en la poda. Otro aspecto que preocupa a los agricultores es la desigual brotación.
Aun así, los productores del Vinalopó se muestran esperanzados por el efecto de las lluvias del mes de abril y las que se esperan desde el jueves y hasta el domingo, ya que consideran que, aunque esta campaña haya disminuido los racimos, estas precipitaciones pueden favorecer notablemente la calidad del fruto final y, en consecuencia, hacer que el precio de venta sea más favorable para el agricultor que otros años. “Estas lluvias van a ser beneficiosas para la calidad del fruto porque se va a ver regado con agua de calidad y, además, nos va a ahorrar costes de producción. Con las precipitaciones del mes de abril ahorramos alrededor del 50% de agua de riego. Si al aumento de calidad le añadimos el descenso de producción que se augura, esto se puede traducir en un aumento del precio de venta para nosotros”, afirma el presidente de ASAJA Novelda, Pedro Rubira.
Otro tema que preocupa a los productores de uva de mesa y que puede contribuir al descenso de producción, además de la sequía, es la calidad del agua de la mayoría de las zonas con la que riegan sus viñedos. “No tenemos un agua buena y de calidad para regar nuestras plantaciones ya que la que recibimos es una mezcla de aguas de depuradora y pozos de sequía y, aunque hay productos para manipularla y mejorarla, esto nos supone un coste de producción adicional que no nos podemos permitir”, denuncia el presidente de ASAJA Novelda.