La Guardia Civil ha detenido en Santa Pola a un español de 45 años, que hizo explosionar dos artefactos caseros en la puerta de la vivienda de su expareja, hacia la cual tenía una orden de alejamiento. Fue interceptado in fraganti cuando se disponía a explosionar un tercer artefacto, momento en el que emprendió la huida hacia su casa y fue rápidamente detenido por los agentes de la Guardia Civil de dicha localidad. Esta era la quinta vez que el detenido quebrantaba dicha orden de alejamiento. Los hechos ocurrieron cuando en la tarde del lunes 7 de noviembre una vecina de Santa Pola llamó a la Guardia Civil de dicha localidad alertando de que había oído dos explosiones en la puerta de su casa, con un intervalo de unos 50 minutos entre ellas y que sospechaba que podía tratarse de su exmarido, con el que tenía una orden de alejamiento en vigor por un delito de violencia de género.
Los agentes acudieron rápidamente al lugar y allí observaron dos botellas de plástico, totalmente deformadas, las cuales contenían restos de un líquido amarillento, despidiendo un fuerte olor a salfumán, provocando incluso irritación de ojos y de fosas nasales a los allí presentes. Del mismo modo, también observaron en la acera gran cantidad de restos de aluminio derretido, lo que llevó a pensar a los agentes que podría tratarse de la elaboración casera de dos explosivos, a base de mezclar salfumán y bolas de aluminio, generando así una reacción química considerable. Seguidamente, los agentes se dirigieron sin demora a la vivienda del exmarido de la perjudicada y, a escasos metros de llegar al domicilio de éste, le observaron andando por la calle, llevando en la mano una nueva botella de plástico de 500 ml, la cual se podía tratarse de un tercer artefacto explosivo y, al pedirle que se parase para hablar con él, éste salió corriendo en dirección a su casa para intentar encerrarse en ella y escaparse así de los agentes. Durante su huida, el perseguido lanzó al suelo varias bolas de papel de aluminio y la tercera botella, la cual desprendía un fuerte olor a salfumán.
Finalmente fue detenido, tras varios minutos de un intenso y violento forcejeo de éste con los agentes, uno de los cuales resultó herido leve en el pie tras golpearle el autor con la puerta de su casa al intentar cerrarla para evitar el paso de éstos. Al autor se le imputa un total de tres delitos, el de quebrantamiento de la orden de alejamiento hacia su exmujer, el de daños en grado de tentativa (ya que no llegó a producir desperfectos ni en la puerta de la vivienda de la víctima ni en el coche de ésta, que estaba estacionado enfrente de la casa) y el de resistencia grave a los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones. El detenido, un español de 45 años contaba con numerosos antecedentes, ya que este episodio supone el quinto quebrantamiento de condena que realiza hacia su expareja, con la que tiene dos hijos en común. El menor de los hijos de la pareja, de 18 años de edad, que presenta un 77% de discapacidad, se encontraba en el interior del domicilio en el momento de las explosiones. Anteriormente, el detenido tuvo también una orden de alejamiento con otra mujer.