#Aspe: Detienen a seis miembros de una organización criminal en Elche, Aspe y Crevillente
Sustraían la droga perteneciente a otra banda que se dedicaba al cultivo de la marihuana en una nave industrial de Crevillente
La Guardia Civil ha detenido en Elche, Crevillente y Aspe a 6 miembros de una organización criminal, formada por 5 hombres y 1 mujer, todos de nacionalidad marroquí y con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, especializada en robos en viviendas y en robar droga a otros grupos criminales. Se les atribuyen 44 delitos de robos con fuerza en viviendas, 2 delitos de robo con violencia e intimidación, 2 delitos de tráfico de drogas y 1 delito de organización criminal. Cuatro de los seis miembros ya han ingresado en prisión.
La Guardia Civil de Crevillente inició en el mes de noviembre de 2017 una investigación encaminada a la disolución de una banda de jóvenes, la mayoría de poco más de 20 años, especializada en el robo de viviendas, y en robar droga a bandas rivales. Estos jóvenes, que se conocían entre sí por ser habituales de un local de juego y apuestas, decidieron que la forma más fácil de conseguir dinero para el juego era juntarse para robar, pues algunos de ellos ya contaban con antecedentes y eran reincidentes. Ese local era el punto de encuentro de donde partían todos juntos en el coche y se trasladaban a partidas rurales para robar en el interior de las viviendas. Su radio de acción comenzó en Totana (Murcia). En esta localidad, robaron en dos viviendas, sustrayendo de una de ellas un vehículo, que después utilizarían para perpetrar el resto de los robos. Como la distancia les hacía perder tiempo, decidieron proseguir con los robos, esta vez en las partidas rurales de Crevillente, que les quedaban más cerca. Cometieron hasta 34 robos en casas de campo, de donde sustrajeron joyas y objetos de valor, pero también refrescos y alimentos de primera necesidad. Eran tan aficionados al juego, que gastarse dinero en comida no entraba en su presupuesto, todo el efectivo que conseguían lo gastaban en su distracción favorita.
En el mes de enero, se quedaron sin medio de transporte porque el vehículo que utilizaban para los robos sufrió un accidente. Así que su actividad delictiva prosiguió en el casco urbano, a donde podían acudir a pie, llegando a entrar a 6 viviendas escalando por las ventanas. Dentro de este grupo, despuntaron dos miembros más violentos, que no sólo robaban en viviendas, sino que también cometieron por su cuenta dos robos con violencia e intimidación con arma blanca a dos mujeres de 33 y 39 años. Durante los cuatro meses que duró la investigación, la Guardia Civil descubrió otro tipo de delito en el que se habían especializado. Era el de tráfico de drogas y el de sustraer droga de otras bandas criminales. Así, una noche en la que estaban siendo vigilados, se les vio entrar a dos de ellos a una nave industrial forzando el candado de una puerta, de la que sacaron varias bosas con marihuana. El cultivo lo estaba haciendo otra banda, y ellos se la llevaban conforme crecía y alcanzaba el tamaño idóneo para la venta.
Además, se dedicaban también a distribuir droga por paquetería, como se comprobó con un envío de 3’6 kilos de marihuana que fue enviado desde Albatera hacia Irlanda pero que fue finalmente interceptado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Tampoco les podía faltar un lugar para almacenar y distribuir la droga al menudeo, para lo que alquilaron un domicilio en Aspe que también les servía de almacén de objetos robados.
Esta operación culminó con la detención de los seis miembros de esta banda formada por 5 hombres y 1 mujer, todos de nacionalidad marroquí, de entre 20 y 35 años por ser los presuntos autores de 44 robos en interior de vivienda, 2 delitos de tráfico de drogas, 2 delitos de robo con violencia en intimidación y 1 delito de pertenencia a organización criminal. Se realizó un registro en la vivienda de Aspe, donde se incautaron 4 vehículos, numerosos aparatos electrónicos como televisores, móviles o tablets, herramientas, 500 gramos de hachís para su venta al menudeo y 1.000 euros en metálico. El otro registro se realizó en la nave industrial donde estaba la plantación de marihuana de la que sacaron 3.096 plantas, que de haberlas distribuido en el mercado ilícito de la droga habrían alcanzado el millón de euros. Tras pasar a disposición judicial, cuatro de los seis miembros ya han ingresado en prisión.