#Aspe – Dos arrestados en Aspe y tres en Crevillent por pertenencia a una banda dedicada a robos violentos
En esta actuación participaron hasta 24 agentes y un helicóptero
Según han informado diversos medios de ámbito provincial, la Guardia Civil de Novelda detuvo el pasado miércoles a cinco personas, dos en Aspe y tres en Crevillent, todos ellos menores de 30 años y una de las detenidas menor de edad, por pertenencia presuntamente a un grupo delictivo especializado en robos con violencia en las comarcas del Vinalopó. La operación se desarrolló en dos viviendas ubicadas en Aspe y una más en Crevillent.
Según los datos facilitados, los arrestados eran conocidos por la Guardia Civil, con antecedentes, y habiendo cumplido incluso alguno de ellos penas de prisión. La actuación, dirigida por el cuartel de la Guardia Civil de Novelda, implicó la participación de un helicóptero sobre los domicilios registrados. A ello se añade la participación de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC), especializada en actuaciones conflictivas.
En Aspe se realizaron dos entradas domiciliarias, con el resultado de dos arrestados. En esta actuación participaron hasta 24 agentes, acompañados por perros adiestrados. Además, la Benemérita se incautó de diverso material queserá utilizado como prueba de las actividades de esta presunta banda delictiva.
Todos los detenidos fueron trasladados al cuartel de la Benemérita de Novelda Estas detenciones vienen a sumarse a las realizadas en Aspe y otras localidades de la comarca en el mes de abril. Como ya publicábamos el pasado 18 de abril, la Guardia Civil del Puesto de Novelda, detenía a 7 personas, 3 mujeres y 4 hombres de entre 19 y 67 años de edad, como presuntos autores de más deuna veintena de delitos de pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales,robos con fuerza, robos con violencia e intimidación, allanamiento de morada, detención ilegal, receptación y contra la seguridad vial.
Los detenidos formaban presuntamente un grupo organizado dedicado a cometer robos en diferentes comercios, en los que no dudaban en emplear la violencia contra sus víctimas. Llegaban a obtener botines de hasta 12.000 euros por establecimiento, que generalmente eran tiendas multiprecio con propietarios asiáticos, aunque en algunas ocasiones también asaltaban bares, en los que también reventaban las máquinas recreativas para llevarse la recaudación.