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#Aspe: Un año de cárcel para tres empresarios por espionaje a su antigua firma

Los acusados habían ocupado cargos en las áreas de dirección comercial, administración y producción de esa empresa desde 1993 o 1995

El Juzgado de lo Penal 4 de Alicante ha impuesto a los tres socios de una empresa penas de un año de cárcel y multas de 3.600 euros como autores de un delito contra el mercado y los consumidores por hacer espionaje industrial a la mercantil de lacados para la que habían trabajado. La sentencia, fechada el pasado mes de junio y a la que ha tenido ahora acceso Efe, considera probado que robaron información, empleados y clientes a Eurocolor Acabados Metálicos SA, perteneciente al Grupo Alibérico, para hacerles la competencia con una nueva sociedad.

Los acusados habían ocupado cargos en las áreas de dirección comercial, administración y producción de esa empresa desde 1993 o 1995, según cada caso, y cobraban incluso pluses en sus nóminas para garantizar la exclusividad de su trabajo. Dos de ellos constituyeron en 2005 otra sociedad dedicada a la misma actividad, el lacado y pinturas de aluminio y otros materiales , ubicada en Aspe y donde usaron la información confidencial obtenida de su antigua mercantil.

La resolución, que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, establece que los tres implicados tenían un «plan preconcebido» y lograron «introducirse rápidamente en el mercado propio de esta materia». Como ofrecían «un menor coste estructural y condiciones más ventajosas», consiguieron «arrebatar una importante cuota de clientela a Eurocolor», que sufrió una disminución de ventas entre 2005 y 2006, según el fallo. La fiscalía cifra inicialmente ese perjuicio económico en 282.000 euros, pero deberá ser cuantificado en un procedimiento civil por competencia desleal seguido ante un juzgado de lo Mercantil de Alicante. Según el fallo, los procesados, que se han beneficiado de atenuantes por el retraso en la celebración del juicio, debían «guardar secreto de sus conocimientos» en virtud de la «buena fe laboral, lo relevante de su posición laboral, normativa vigente y vínculos contractuales suscritos».

En cambio, indica, utilizaron esa información reservada para «concurrir a través de otra mercantil en el sector del mercado que compartían con Eurocolor» y todo ello «en provecho económico propio y perjuicio directo» de esta. Para el juez, la información que poseían y aplicaron a la nueva mercantil debe ser calificada como «verdadero secreto de empresa», pues de ella depende en gran medida la «supervivencia, productividad o viabilidad económica» de la firma perjudicada.

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